Skip to main content

Si estas pensando en viajar a Turín Italia, esta entrada es para ti.

Un nuevo viaje, una nueva aventura. En esta ocasión fuimos a Turín, ciudad situada al norte de Italia.

Pero antes de contar los sitios que visitamos, queremos compartirte algunos datos curiosos que nos llamaron mucho la atención:

1-En Turín nació la unificación de Italia, así que se convirtió en la primera capital del país

2- El primer Rey de Italia nació en Turín

3- Turín es la cuna del mejor chocolate del mundo

4- La marca de autos FIAT surge aquí

5- El Vermouth y el Martini nacieron en Turín

6- La Sábana Santa se encuentra en Turín

7- Cuenta con el segundo museo egipcio más importante del mundo

8- Cuenta con el museo del cine más importante de Europa

9- El selfie más famoso de la historia se encuentra aquí, que es nada más y nada menos que. el auto retrato de Davinci

10- La primera película de terror italiana se grabó en Torino

11- Ford llama a uno de sus autos, Gran Torino

12- Cuenta con la avenida más larga de Europa

Ya nos habían prevenido de las bajas temperaturas, pero nos sorprendió ver toda la ciudad nevada. ¡Se veía increíble! Así que, si viajas a la ciudad en los meses de invierno, no olvides llevar ropa térmica y unas botas con suela de goma gruesa, para resguardarte del frío y nos rebalarte con el hielo.

Turín es la capital de la región de Piamonte, localizada principalmente en el margen izquierdo del río Po y rodeada por los Alpes. En pocas palabras, una ciudad con un ambiente cosmopolita rodeada de montañas.

Nuestra primera parada obligatoria fue visitar el museo de la Mole Antonelliana. Un must de la ciudad que si vas, no te puedes perder. Estuvimos más de tres horas recorriendo sus salas y conociendo, a detalle, la historia del cine italiano e internacional. Este museo fue inaugurado en el año 2000 y tiene una superficia de 3200 metros cuadrados distribuidos en cinco pisos. Entre las varias colecciones de este museo forman parte las fotos, videos, películas, posters, aparatos cinematográficos, cajas ópticas, bocetos, vestidos y trozos de escenografías de películas.

Además, cuenta con la opción de actividades interactivas, como fue disfrutar de una película en realidad virtual. ¡Una pasada que decidimos aprovechar! (El costo de la entrada fueron 12 euros).

Otra de las actividades que hicimos en Turín y te la recomendamos muchísimo es el freetour en español. Anduvimos más de dos horas conociendo los lugares más icónicos como son la catedral, la Piazza Castello, el Palacio Real, Vía Roma, Vía Garibaldi, Piazza San Carlo, Piazza Vitorio, la iglesia de la Gran Madre y contamos con una guía excelente. Una señora italiana que, más allá de arrojar los clásicos datos y fechas de los edificios que nos iba mostrando, nos contaba curiosidades de Turín y de la manera de ser de la gente de allí.

Fue ella quien nos mencionó la bebida típica. El delicioso bicerín. Es una bebida compuesta por tres capas que, preferentemente, no se deben mezclar. Café, chocolate y crema. ¡Nos encantó! Fuimos al Caffe Al Bicerin de 1763 y acompañamos nuestra bebida con unas riquísimas pastitas.

Ya que nos habíamos hecho una buena idea de lo que es la ciudad y visitado los puntos claves, quisimos ir a conocer el Museo del Auto, que es la catedral de los coches. No olvidemos que Torino es la sede de FIAT, legendaria marca italiana de automóviles que fabrica vehículos desde 1899, y que de Italia han salido algunos de los autos más bellos de la historia como algunos Ferrari, Lancia, Lamborghini, Maserati o Alfa Romeo.

El Museo de Turín no se queda solo en la parte estética de mostrar coches antiguos, si no que aproxima al visitante a la producción, la tecnología o la creatividad del mundo del automóvil.

La colección expuesta reúne más de 200 modelos, nos solo obra de la automoción italiana, si no coches provenientes de Francia,  Gran Bretaña, Alemania, Polonia, Holanda, España o Estados Unidos.

El museo se encuentra al sur del centro histórico, siguiendo el Río Po y el precio de la entrada es de 15 euros. ¡Merece mucho la pena!

Además de nuestra visita a los lugares imprescindibles de Turín, quisimos degustar los platos típicos de la región. Algunos restaurantes fuimos con recomendación previa, pero otros se cruzaron en nuestro camino y la experiencia, en cualquier caso, fue excelente. Siempre, acompañábamos nuestras comidas con un rico vino tinto de la zona. Una vez más, pudimos comprobar lo bien que se come en cualquier parte de Italia.

Como colofón final de nuestro viaje, quisimos ver Turín desde una perspectiva más panorámica. Y, qué mejor lugar que el Monte dei Cappuccini para lograr una vista de toda la ciudad. La ruta puedes hacerla en coche o, como hicimos nosotros, a pie. Es una buena manera para conocer más a fondo la ciudad, callejearla y toparte con mercadillos muy interesantes.

Turín, no defrauda y es un sitio ideal para conocer durante un fin de semana. Deleítate con su comida, museos, tiendas y una arquitectura barroca, neoclásica y con toques de art nouveau.

Hasta la próxima, bella Italia